Un recorrido por la vida de quienes escribieron parte de la historia

viernes, 18 de junio de 2010

Juan Pablo II
"Siempre os diré...no teman, no tengan miedo"
El autor de la entrevista conversando con su Santidad Juan Pablo II


El Papa Peregrino, ya mostrando señales físicas de su males, pero jamás claudicó por su amor a Dios

El Santo Padre el 05 de abril de 2005, venerado por el mundo cristiano




¿Qué significa para un hombre la palabra sacrificio? Dicen que es entregarse, dicen que es dar a pesar de que puede haber dolor, que es desprenderse de algo o de muchas cosas por una causa, dicen que es una forma de enseñar a otros un acto de ejemplo, dicen que hay una energía llamada fe que fortalece la acción de sacrificarse. Dicen que Jesucristo se sacrificó por salvar al mundo, como él otros lo intentaron antes y después, pero de sus acciones derivó la era cristiana, los dévotos, los mártires...los santos. Historias hay muchas de hombres y mujeres que, formados con profunda fe cristiana, han obrado para bien de la humanidad. Cuando se habla de ellos se piensa en tiempos lejanos, pero sucede que hace muy pocos años, en época moderna, una figura de gran carisma, de un magnetismo sin igual, un ser a quien pudiéramos llamar un "santo moderno", estuvo entre nosotros, se llamaba Karol Wojtyla, primero un hombre común, luego un sacerdote polaco, después conocido y adorado por millones de personas como Juan Pablo II, el Papa Juan Pablo II. Sin duda, una expresión de sacrificio, un símbolo de fe.

Allí, sentado, encorbado, con aquella expresión de ancianidad dulce y serena, dibujando una sonrisa amable, como siempre, estaba Juan Pablo II, el Papa peregrino, el Papa amigo. Quise hablar primero con Karol y así inicié esta entrevista.

-Nace usted en Cracovia, Polonia, en 1920, años de un mundo convulsionado...¿qué impresiones tuvo en esa época?

- Juan Pablo II: Era un niño más, el niño que jugaba, el niño lleno de inocencia. Mi madre murió cuando yo tenía 9 años. En casa éramos dos varones, tuve una hermana que se llamaría Olga que murió al nacer, Edmund, mayor que yo, y mi persona. Edmund falleció cuando yo recién tenía 13 años.A mí me gustaba futbol, me gustaba el deporte en general...también el teatro. El teatro fue una pasión, una manera de entregarse al arte de manera directa. Puedo decir que a pesar de las ausencias de mi madre y mi hermano mayor, tuve una juventud tranquila y serena, pero ya los tiempos duros estaban en marcha. Mi padre murió en 1942, era sub oficial del ejército. Cuando las fuerzas nazis ocupan polonia y cierran la universidad me dediqué a trabajar en una fábrica de químicos para evitar la deportación...y seguía en el teatro, junto a otros promovimos el "teatro rapsódico", y lo mantuvimos de manera clandestina...

- ¿Qué impacto tuvo en su Santidad aquella arremetida del ejército de Hitler en su Polonia natal?
- Juan Pablo II: Hay un momento especial en la vida de cada hombre, un segundo, un instante en que la vida cambia el curso de los días. Mi vocación por el sacerdocio ya estaba en mi mente en aquellos años...mas no estaba en mi alma aún. La guerra tal vez me acercó mucho más a Dios. No es sencillo, no es fácil ver tanto dolor humano tan cerca, ver como algo tan preciado como es la vida, un regalo de Dios, puede ser arrancada tan brutalmente por seres llenos de maldad y de ambición...

- Perdone su Santidad, pero la Iglesia, en nombre de Dios, también en la historia ha tenido una cuota de responsabilidad en eso de "arrancar" la vidas de milies de inocentes...

- Juan pablo II: Sí, pero esa no es la verdadera Iglesia, no la soñada por nuestro Padre, la historia está llena de distorsiones drámaticas. En nombre de Dios se han cometido grandes errores, pero no ha sido Dios quien haya dado tan brutales acometidas. Dios ha salvado más almas que aquellas que hombres en su nombre han sido condenadas. La Iglesia moderna ha entendido sus culpas y ha buscado orientar a millones de ovejas por un camino más digno, más humano, lleno de caridad y solidaridad para con el prójimo.

- Su Santidad, puede hablarnos de su acercamiento a Dios...

- Juan Pablo II: Siempre estuve cerca de Dios, siempre con Dios a mi lado. Pero como dije haqce momentos, un día me levanté, miré al cielo primero, luego recordé mi niñez, al final pensé en el futuro. Sentí un llamado celestial y me dije: "Dios, yo quiero ayudarte, yo quiero y puedo". Era desprenderme de todo, al mismo tiempo era tenerlo todo, porque cuando uno decide dar a Dios una sonrisa, Dios se regocija, no por mí, sino pot todos sus hijos, por todas sus criaturas. Me ordené sacerdote al año siguiente de que finalizara la Segunda Guerra Mundial. Sabe, es hermoso servir a Dios.

- ¿Y pensó alguna vez ser Papa?

- Juan Pablo II: No sería digno pastor de Dios quien pensara así. En 1964 fuí nombrado Arzobispo de Cracovia por Pablo VI. Mi labor es para con Dios y mis semejantes, desde una humilde aldea remota o hasta dentro de las paredes del Vaticano, quienes nos entregamos a tan sublime misión, no podemos tener ninguna ambición. Cada escala, cada escalón es aceptado como un designio del Creador y así con humildad y con desprendimiento y con vocación de servicio, hay que sentirlo. Inicié mi cardenalicio en 1967. En fin sólo he trabajado para bien de la humanidad, con amor y por amor a Dios.

- En 1978 es electo Papa, ¿qué sintió en ese instante?

- Juan Pablo II: Te confieso hijo mío que sentí un miedo muy grande, un miedo que Dios iba calmando poco a poco. Luego cuando me acercaba a bendecir a quienes esperaban en la Plaza San Pedro y al mundo, sentí una gran responsabilidad. Todos hablan del Papa y pocos saben lo qué signica la palabra: Petrí Apostoli Potestatem Accipiens y se traducen así: "El que recibe la Potestad del Apóstol Pedro" . Es el legítimo legado del Apóstol Pedro, aquel que estuvo al lado de Jesús. Imagínese la responsabilidad frente al mundo y frente a Dios. Desde entonces asumí la tarea con toda la pasión necesaria.

- Desde entonces se dirigió a los jóvenes del mundo con particular énfasis...

- Juan Pablo II: Todos somos hijos de Dios, todos sin distinción, pero los jóvenes tien una fuerza tan hermosa, tan grande, tan renovadora, que en sus manos, en sus acciones, en la búsqueda inerior del amor más puro, pueden darle agua fresca a Dios, pueden darle a la Iglesia mucho más fortaleza en sus bases....Queridos jóvenes, os invito a formar parte de la “Escuela de la Virgen María”. Ella es modelo insuperable de contemplación y ejemplo admirable de interioridad fecunda, gozosa y enriquecedora. Ella os enseñará a no separar nunca la acción de la contemplación, así contribuiréis mejor a hacer realidad un gran sueño: el nacimiento de la nueva Europa del espíritu. Una Europa fiel a sus raíces cristianas, no encerrada en sí misma sino abierta al diálogo y a la colaboración con los demás pueblos de la tierra; una Europa consciente de estar llamada a ser faro de civilización y estímulo de progreso para el mundo, decidida a aunar sus esfuerzos y su creatividad al servicio de la paz y de la solidaridad entre los pueblos. Amados jóvenes, sabéis bien cuánto me preocupa la paz en el mundo...eso dije a miles de jóvenes en Madrid...hoy lo repito para todos quienes lean esta entrevista.

- Su Santidad ¿ve y siente que hace falta una mirada al interior del alma para darle al mundo un respiro?

- Juan Pablo II: El drama de la cultura actual es la falta de interioridad, la ausencia de contemplación. Sin interioridad la cultura carece de entrañas, es como un cuerpo que no ha encontrado todavía su alma. ¿De qué es capaz la humanidad sin interioridad? Lamentablemente, conocemos muy bien la respuesta. Cuando falta el espíritu contemplativo no se defiende la vida y se degenera todo lo humano. Sin interioridad el hombre moderno pone en peligro su misma integridad. La opresión de los pueblos por poderosos falsos que dan la espalda a Dios, sólo se combate con la interioridad de saber qué bien deseamos, no para unos pocos sino para los demás...despertar de ese letargo y reaccionar.

- Padre, una de las características del cristianismo es el saber perdonar, no guardar rencor, evitar odiar a un semejante, aunque éste se muestre enemigo...amar por sobre todas las cosas, entender al otro. En 1981, un joven turco llamado Alí Agca, apuntó contra usted, disparando a matar...y usted perdonó...

- Juan Pablo II: Fisícamente sufrí, sentí un ardor profundo y de pronto una debilidad recorrió mi cuerpo...era la bala. Pero mientras me desvanecía...una fuerza inmensa invadía mi alma...y la voz de Dios que me decía: "no temas". El dolor de Cristo en la cruz debe haber sido pavoroso, terrible, inimaginable, como Jesús, otros sufrieron crueldades inhumanas...y todos miraron a Dios en esos instantes. En ese mirar está el perdón. Perdonar fortalece a quien perona y al perdonado. Yo fuí a visitar a aquel joven...él estaba arrepentido con toda su alma...yo entendí que no fue su mano sino la mano de la maldad...maldad que no viene con el ser humano, maldad que se filtra. Todos podemos hacer mucho para evitar la maldad, la rabia, el odio y la ira. Con ello se destruye...con el amor se construye.

- Su Santidad, no por haberse ido está ahora más cerca de Dios...

- Juan Pablo II: Todos estamos al lado del Señor...todos...sólo hay que abrir el corazón, hijo mío...
- Gracias...es cierto. Padre, siempre nos lleno de esperanzas...ahora desde arriba ¿qué mensajes nos puede dar?

- Juan Pablo II: Hijo mío, el que siempre dí. Cuando visité Cuba dije: " En el cumplimiento de mi ministerio, no he dejado de anunciar la verdad sobre Jesucristo, el cual nos ha revelado la verdad sobre el hombre, su misión en el mundo, la grandeza de su destino y su inviolable dignidad. A este respecto, el servicio al hombre es el camino de la Iglesia. Hoy vengo a compartir con Ustedes mi convicción profunda de que el Mensaje del Evangelio conduce al amor, a la entrega, al sacrificio y al perdón, de modo que si un pueblo recorre este camino es un pueblo con esperanza de un futuro mejor. Por eso, ya desde los primeros momentos de mi presencia entre Ustedes, quiero decir con la misma fuerza que al inicio de mi Pontificado: No tengan miedo de abrir sus corazones a Cristo. Frente a la opresión, no tengan miedo, frente al dolor, no tengan miedo...en la carencia material, no tengan miedo, en la soledad no teman, en la oscuridad, no tengan miedo...hijos míos, hermanos míos...no teman jamás a Dios, jamás. Abran sus corazones, dejen entrar la Luz Divina y no dejen que esa luz salga nunca. Dios los bendiga, sigo con vosotros allá en la Tierra.


Entonces me levanté de la silla, besé la mano de aquel santo hombre, con un inmenso deseo de quedarme tan sólo para seguir mirando de cerca la bondad y el amor que desprendía. Sin duda, un Papa amado y querido por haber entendido con claridad lo que el Creador le pidió: amar a los otros como así mismo. Una lección de vida nos ha dejado, un lección que trasciende lo religioso, una lección de vida...que nutre el alma para poder creer en un futuro de luz.










Las entrevistas aquí realizadas son productos de la imaginación del autor y están basadas en relatos ciertos y en la biografía de los personajes. Gracias por leernos. No dejes de colaborar con la página dando clicks en la publicidad de nuestros patrocinantes. Cualquier comentario y sugerencia puedes enviarlas a: luisalbertplus@hotmail.com








1 comentario:

  1. DEFENDAMOS LAS RAICES CRISTIANAS DE EUROPA “LAICA”: El cristianismo se inició como un movimiento laico. La Epístola apócrifa de los Hechos de Felipe, expone al cristianismo como continuación de la educación en los valores de la paideia griega, que tenía como propósito educar a la juventud en la virtud (desarrollo de la espiritualidad) y la sabiduría (cuidado de la verdad), mediante la práctica continua de ejercicios espirituales (cultivo de sí), a efecto de prevenir y curar las enfermedades del alma. El educador utilizando el discurso filosófico, más que informar trataba de inducir transformaciones buenas y convenientes para si mismo y la sociedad, motivando a los jóvenes a practicar las virtudes opuestas a los defectos encontrados en el fondo del alma, a efecto de adquirir el perfil de humanidad perfecta (cero defectos) __La vida, ejemplo y enseñanzas de Cristo coincide cien por ciento con el objetivo axiológico de la filosofía griega. Y por su autentico valor propedéutico, el apóstol Felipe introdujo en los ejercicios espirituales la paideia de Cristo (posteriormente enriquecida por San Basilio, San Gregorio, San Agustín y San Clemente de Alejandría, con el pensamiento de los filósofos greco romanos: Aristóteles, Cicerón, Diógenes, Isócrates, Platón, Séneca, Sócrates, Marco Aurelio,,,), a fin de alcanzar la trascendencia humana (patente en Cristo) y la sociedad perfecta (Reino de Dios). Meta que no se ha logrado debido a que la mitología del Antiguo Testamento, al apartar la fe de la razón, castra mentalmente a sus seguidores extraviándolos hacia la ecumene abrahámica que conduce al precipicio de la perdición eterna (muerte espiritual)__ Es tiempo de rectificar retomando la paideia griega de Cristo o cristianismo laico, separando de nuestra fe el Antiguo Testamento y su religión basura judeo cristiana que han impedido a los pueblos cristianos alcanzar la supra humanidad. Pierre Hadot: Ejercicios Espirituales y Filosofía Antigua. Editorial Siruela. http://www.scribd.com/doc/33094675/BREVE-JUICIO-SUMARIO-AL-JUDEO-CRISTIANISMO-EN-DEFENSA-DEL-ESTADO-LA-IGLESIA-Y-LA-SOCIEDAD

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