Un recorrido por la vida de quienes escribieron parte de la historia

viernes, 8 de marzo de 2013

"No soy un Ser, soy un evento"
Y entonces apareció espectral de entre las sombras, con paso lento, serena, sin mostrar sentimiento descifrable en su mirada, sabiendo de antemano que su sola presencia, repentina o anunciada, hiela la sangre y oprime el corazón de los comunes, de los sencillos humanos, igual de religiosos, santos, soldados valientes, Reyes o Presidentes. Cuando ella aparece,  vienen  las sombras. Ella nos arranca el aliento y la respiración, nos borra los sueños y los planes de mañana, nos coloca en la disyuntiva de tener que creer en un posible Universo Paralelo, o en un Más Allá que nadie ha comprobado que existe, o, posiblemente, seguimos viviendo y son los "otros" quienes mueren, es en sí un misterio en el que Dios, impotente, sólo espera recibirnos en una dimensión desconocida.
Tal vez muchos de ustedes han tenido la desdicha de vivir en persona una desgracia, un accidente o una enfermedad de cierto riesgo mortal, pensando quizás que han tenido muy de cerca a la muerte. Afortunadamente han vivido para contar la historia. Hoy, sin embargo, el autor de esta página tendrá la oportunidad única de estar frente a frente con la muerte, un encuentro netamente periodístico, una entrevista con el elemento más temido de cualquier ser viviente, mucho más para el ser humano. Obvio que llegamos a un acuerdo: hoy no será el día en que me invite al largo y eterno viaje hacia el más allá, confiando en la palabra de honor de la muerte, transcribiré tan curioso encuentro.

La muerte asumió la entrevista con la entereza que, desde su existencia, ha tenido, su rostro no mostraba ninguna expresión, me miró fijamente, hasta que entendió que ni siquiera tenía que pedir permiso para sentarse en el set de la entrevista. Trajeada de negro, con capucha colgante, sin ningún tipo de adorno, sugirió con un movimiento de su mano, que estaba lista para responder a las preguntas. Una arrogancia típica de alguien que sabe que tiene poder. Pero no me intimidó, había un acuerdo previsto, no había miedo en la sala.

- ¿De dónde proviene su poder?
- La Muerte: De nadie, apenas existe la vida, existe mi poder. Nadie me ha dado un Don sobrenatural, sólo aquello que no vive no me conocerá. Del resto, todo ser viviente tendrá la oportunidad de encontrarse conmigo en cualquier momento, no importa dónde esté, no importa en lo que crea, no importa si es bueno o malo, si ha hecho el bien o el mal. Yo vendré por él, por ella. por ellos. Yo decido el momento preciso...
- ¿Usted o Dios?
- La Muerte: Sé a través de la historia el valioso papel que ejerce Dios en la creación de las cosas y, muchas veces en el final de las cosas, pero soy independiente de su voluntad, su poder puede interceder en mi trabajo, pero yo siempre, tarde o temprano, hago el mío. Es, como dicen ustedes, una Ley. Yo la cumplo. No miró hacia atrás.Llego y ya, luego no hay luz. Lo que sucede después no es de mi incombencia.
- ¿No se conmueve nunca frente al dolor humano, frente al dolor de una madre que pierde a su hijo de pocos años de nacido, ni con la ancianitud, o con enorme deseo de seguir viviendo de casi todos los humanos?
- La Muerte: Verá usted, no tengo porqué tener sentimiento alguno, no sé lo qué es conmoverse, no sé de dolor, ni de lágrimas. Entienda que yo decido a quién y cuándo. No es un capricho. Paso cerca, veo y decido, muchas veces sin motivos, no sé lo que es un motivo. No uso la razón. Soy una acción, un movimiento, un momento. Si dijera que experimento sentimiento alguno, muchas cosas no serían lo que son.
- Entonces ¿Por qué esa sensación de que la muerte pasó cerca y perdonó?
- La Muerte:Sospecho que es un decir humano. A veces estoy cerca, a veces estoy tentado en arrebatarle la vida a alguien...y me distraigo, me descuido, pero no perdono. Recuerde usted que estoy en todas partes y tengo que cumplir en cada sitio.
- ¿Es la Muerte impredecible?
- La Muerte: Usted lo ha dicho. Mire, he estado sentada en la butaca de un avión, con doscientos cincuenta pasajeros, con buen tiempo, sin nubes, sin vientos. Decido allí. He estado en un hospital frente a un enfermo terminal...y no decido en ese momento. He estado al lado de un soldado en una guerra, salpicada de balas, igual que el soldado, y el soldado vive.He pasado frente a un hombre Santo y decido.
- Discúlpeme, pero Jesús dijo en la cruz que se hiciera la voluntad de Dios...
- La Muerte: Así es. Se hizo la voluntad de Dios. pero no recibí órdenes. Hay quienes me buscan y me encuentran.Pero no puedo entrar en detalles. Estoy aquí en el preciso momento en que a esta hora en la que muchas personas leen esta entrevista, caminando y flotando por doquier, justo cuando muchos se están encontrando conmigo cara a cara, valientes y cobardes por igual, los que me temen y quienes dicen que no me tienen miedo. Lo que sucede después de mi llegada es un asunto que ustedes deben aclarar.Si es que hay una vida eterna después de mí, sólo tienen que vivirla.
- ¿Se puede uno preparar para la llegada de la Muerte?
- La Muerte:¿Les puedo dar un consejo, muy humano?
- Por supuesto, usted diga...
- La Muerte: No se preparen, no pierdan el valioso tiempo que tienen, cada segundo que puedan vivir sin mi cercanía, traten de aprovecharlo, traten de dejar a quien esté cerca un recuerdo valioso, disfruten, no importa la edad que tengan. Comtemplen cada espacio, absorvan lo que puedan de este mundo.Pero no se dediquen a prepararse para mi llegada, no tiene sentido.Soy una consecuencia lógica y necesaria. Ha así ha sido siempre y así será siempre.Si a veces sienten que paso cerca, y no pasa nada no crean que no volveré. Recuerden que su dolor, tal vez entendible, no es el mío.Eso sí, no jueguen conmigo, no me busquen, no me llamen.Este rostro, este traje, este color negro con el que me asocian, no es otra cosa que la imagen del miedo humano. Pudiera tener un rostro ángelical y vestir de blanco, pudiera sonreír...pero igual vendría para ustedes el dolor. No soy un ser, soy un evento.

Pude tratar de mantener a la Muerte entretenida en la entrevista, de haber creído que eso serviría para evitar que en alguna parte alguien estuviera siendo llevado entre sus largos brazos, pero había caído en cuenta que de nada serviría. La despedí convencido que quizás la próxima vez que la estuviera frente a mí no iba a ser tan amable, me restaría, eso sí, desear que se descuidara un poco para poder seguir los consejos que nos dió. Espero que mis lectores puedan disfrutan cada segundo de vida con toda la intensidad que puedan, antes de que llegue...el evento.

Aquellos Seres Que Vuelven, es más que un blog, es un intento de la imaginación por transgredir los tiempos, una manera muy particular de traspasar las extrañas fronteras del pasado, el presente y el futuro, buscando, , a través de los seres que han provocado historia, llegar al encuentro de verdades que flotan. Gracias por leernos y por seguirnos...
@aquellosseres





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