Un recorrido por la vida de quienes escribieron parte de la historia

jueves, 8 de diciembre de 2011

Jhon Lennon:

"Creamos a Dios a imagen y semejanza del dolor que sentimos en la vida"



Lennon habla después de 31 años de su muerte

Eran casi las once de la noche del 8 de diciembre de 1980, un día típico en la ciudad de Nueva York, decenas de personas aún de cruzando las calles de una ciudad que nunca duerme, estremecidas por la presión que ejercen las horas sobre sus vidas. Entre esas personas, un hombre llamado Jhon Wiston caminaba del brazo de su esposa, con destino a su apartamento, ubicado en el edificio Dakota, esquina de la calle 72 con Central Park. Ya cercanos a al portón de la entrada, un invividuo regordete, con anteojos de intelectual pasa justo enfrente de la pareja y al quedar a sus espaldas se detiene unos segundos, introduce su mano derecha en el bolsillo de su chaqueta, mientras mira fijamente al señor Jhon. "Mr. Lennon" le llamó y justo cuando Jhon giraba... uno, dos, tres, cuatro, cinco...y seis, y no fueron simples números, fueron los disparos que el hombre regordete había escupido de su revólver 38 sobre la humanidad de Jhon Lennon. Lennon, logró escuchar las detonaciones de los tres primeros, el cuarto disparo le sonó muy lejos mientras se desplomaba, los otros dos disparos atravesaron el aire. Un segundo antes de que la sangre comenzara a brotar de su boca, tuvo tiempo de decir: "Me dispararon, me dieron". Tal vez fue lo último que dijo, pero quizás lo último que pensó fue en una parte de la letra de su canción Imagine:" Imagínate a nadie por quien matar o morir". Jhon Lennon, el ex Beatle, el revolucionario pacifista había muerto.

Jhon Wiston Lennon, había nacido el 9 de octubre de 1940 en Liverpool, Inglaterra, justo debajo de un intenso bombardeo de castigo de los nazis. Su padre Alfred Freddy Lennon, rara veces estaba en casa, hombre de vida irregular, razón por la cual el niño Jhon fue prácticamente críado por su madre Julia, aunque sólo por unos años, cuando su padre se ausentó de su responsabilidad casi por 20 años. Luego su madre lo entregaría a su hermana para que lo criara.


Hoy, después de 31 años de su partida, Jhon Lennon habla para el mundo a través de una entrevista exclusiva. El hombre que transitó por el drama de su infancia, la fama de ser Beatle y dureza de ser revolucionario en el mismo seno del mundo capiltalista por excelencia, quería hablar de nuevo.


Delgado, de cabello aún largo, descuidado en apariencia, al mejor estilo de un contestatario, vestido de franela, chaqueta y pantalón blue jeans, con un cigarrillo rodeado de humo en su mano, aquel hombre de lentes redondos, estaba esperándome sentado en un parque de Nueva York, en una banqueta de madera, como la que sirvió de modelo para la estatua que le honra en Cuba. Era Jhon Lennon.


- Sin mayores palabras de introducción, cuéntanos Jhon qué nos puedes decir en estos 31 años de ausencia física

- Lennon: Pues aquí, comtemplando el mundo, viendo pasar las horas, dedicado a desear los cambios que soñé. A veces hablando solo...a veces cantando. Otras veces en paz y otras veces lleno de ira. No necesariamente encuentras paz después de la muerte.

- Y mucho menos paz puedes encontrar si nunca te reconciliaste con Dios, alguien en que no creíste nunca...

- Lennon: Yo dije una vez que Dios es resultado del dolor, que nosotros creamos a Dios a imagen y semejanza del dolor que sentimos en la vida. La religión es la locura legalizada, como me dijo Janov, un terapista que tuve, y quien me ayudó a comprender y a sentir mi propio dolor y a desprenderme de toda esa porquería que significa Dios. Todos los que crecemos tenemos que soportar demasiado dolor. Y el peor dolor es no ser deseado, el de darte cuenta que tus padres no te necesitan tanto como tú a ellos. Esa falta de amor llegó a mis ojos y a mi mente. Mi padre me abandonó, lo volví a ver cuando yo tenía 20 años, mi mamá fue atropellada por un auto cuando yo apenas tenía 17 años. En las terapias que tuve con Janov, no sólo redescubres esos dolores, sino que debes volver a sentirlos, pero de forma conciente para poder dirigir ese dolor por el canal correcto y así encontrarte a tí mismo. Para quienes creen en Dios, ese reencuentro contigo mismo tal vez sea considerado como una ayuda del cielo. No se puede negar que si Dios hizo algo por mí, por lo menos hasta ahora yo no lo sé.


Get Back




- ¿Hay profundos resentimientos en tí aún, por la vida que tuviste que llevar?

- Lennon: Sin duda, pero como te dije comprendí de dónde venía mi dolor. Encarar la realidad en lugar de estar buscando algún tipo de cielo. Lo digo en la canción Imagine. "Imagínate que no existe El Paraíso, sólo el cielo encima de nosotros". Pero entiendo que ser libre también es creer en lo que se quiere creer. No pretendí nunca que la gente pensara como yo, sino que por lo menos reflexionaran más allá de lo que se les decía en los libros.

- Parece que tampoco fuiste irreverente después de ser Beatle, sino incluso siendo Beatle, existe una anécdota a principios del inicio del grupo en un concierto en el Royal Command Performace ante la Reina Madre de Inglaterra...

- Lennon: (Risas). Ah, cierto, muy cierto. Recuerdo que era un mes de diciembre cuando al terminan de interpretar una canción dije: "...los que ocupen los asientos más baratos, tengan la bondad de aplaudir. El resto puede hacer sonar sus joyas". Fue muy divertido ver desde el escenario las caras que pusieron unos cuantos.

- Y también dijiste que Los Betales eran más famosos que Jesucristo...

- Lennon: Así es. Era la época del climax de los Beatles. Fue sin duda una expresión producto del mito que vivíamos. Jesús ha permanecido como figura elemental de una buena parte de la humanidad. Ahora, viendo las cosas desde este punto de vista en el que me encuentro, no estoy muy seguro de que existan muchas personas hablando de los Beatles dentro de dos mil años. Nadie sabe cómo sufre uno con la fama. Te desdibujas por completo, a pesar de algunas irreverencias mías, siempre me sentí reprimido. Estábamos todos presionados, sobre todo trabajando a ese ritmo, viajando constantemente y mantenidos en un capullo de mitos y sueños. Resulta muy duro cuando eres el César, un Rey, a quien le dicen a cada instante lo grande que eres y te dan todos los bienes y muchachas que pidas. No aguantas más. Le dije a Paul cierto día: "Quiero el divorcio". Separarme de Los Beatles fue un acto de liberación. Era necesario para todos. Sin embargo, debo confesar que en vida, sólo le he pedido a dos personas que trabajen conmigo, a Paul McCartney y a Yoko Ono. Paul un hombre muy talentoso, sin duda.

- ¿Sientes que estuviste un poco bajo la sombre de Paul McCartney?

- Lennon: En cierto modo. Pero sin complejos. Te repito, creo que nunca me quisieron, desde niño sentí esa carencia. Y con Los Beatles fue un mito. No era real. El único motivo por el que soy una estrella es por mi represión. Nada me habría impulsado a todo eso si hubiese sido "normal"...y feliz.

- Volvamos a esa infancia y adolescencia que te atormenta incluso hoy. Perdiste a tu madre dos veces...la canción Mother es un canto a esa ausencia...

- Lennon: Perdí a mi madre dos veces. Así es. La primera vez cuando ella me entregó a mi tía Mimi para que me criara, la segunda vez cuando yo tenía 17 años y un coche la atropelló y la mató. En el tema Mother, digo: "yo te quería, tú no me querías a mí". Me refería al hecho de que me entregó a mi tía. Pero, aunque no superé ese dolor, mi madre Julia, siempre será mi madre. después de esa pérdida, mi juventud se vino abajo. No sentía responsabilidad frente a nadie. Pero apareció en el mundo Elvis. Antes de Elvis no había nada. Y debo reconocer que al fundar Los Beatles, me recuperé un poco, sin Los Beatles, yo iba camino a ser un borracho vagabundo. Lo demás fue que salí de un dolor para entrar a otro. Eso, sin embargo, me mantuvo vivo.

-Dejaste, a pesar de tu dolor, tu pensamiento y tu música, al mejor estilo de los poetas malditos o de los genios...

- Lennon: Es algo. Pero te digo, no es divertido ser un genio, es una tortura.

- Esa totura que viviste fue de alguna manera aliviada con Yoko...

- Lennon: He pasado por todo y nada funciona mejor que tener a alguien a quien amas a tu lado. Eso fue y ha sido Yoko para mí. Aquel 8 de diciembre fue el último rostro que ví, mientras moría su cara se iba desvaneciendo. Yo nací cuando caían bombas sobre Inglaterra, nací con el dolor sobre mí, y morí dejando escapar sangre de mi boca, con frío y dolor, pero sobre mí...estaba el amor de Yoko.

- Si te pido unas palabras para finalizar la entrevista ¿qué se te ocurriría decir?

- Lennon: Tal vez piensen que soy un soñador, pero no soy el único...y por favor, vamos a darle un chance a la paz.


Y así, sentado y reflexivo dejé a Jhon Lennon aún con su dolor. En su mano sostenía el periódico New york Post, del 9 de diciembre de 1980, en cuya primera plana se leía el siguiente titular: "JHON LENNON SHOT DEAD". Era cierto, Jhon Lennon muerto a tiros. Ese día el mundo con todo y su dolor siguió su curso.


Imagine there's no heaven It's easy if you try No hell below us Above us only sky Imagine all the people Living for today... Imagine there's no countries It isn't hard to do Nothing to kill or die for And no religion too Imagine all the people Living life in peace...


Imagina que no existe el Cielo es fácil si lo intentas sin el Infierno debajo nuestro arriba nuestro, solo el cielo Imagina a toda la gente viviendo el hoy... Imagina que no hay países no es difícil de hacer nadie por quien matar o morir ni tampoco religión imagina a toda la gente viviendo la vida en paz...









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Las entrevistas aquí presentadas son imaginarias pero basadas estrictamente en la vida real de los personajes.

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